Teniendo en cuenta que en general mi vida esta siendo mucho más tranquila, creía que para escribir este blog tendría que tirar todo de antiguas historias...pero no. ¡La vida de Sopita Seca está llena de sorpresas!
Hace poquito que me saqué el carné de conducir. Creía que recordaría durante toda mi vida la fecha de aquel maravilloso día (por eso de los nervios, las valerianas, la tila, la sensación de q si suspendía una segunda vez me convertiría en una de esas personas q estaría repitiendo el examen de conducir una y otra vez, la sensación de alegría y desahogo de aprobar...) Pero no, no recuerdo la fecha exacta (quizás mi mente ha querido borrarlo por eso de los nervios, las valerianas, la tila, etc...)
Pues hace unos días estrené el coche oficialmente. Le metí el primer castañazo con marcas ya que no he contado lo de los "besitos" aparcando, que de esos ya he tenido a cascoporro (ahora menos, ya que mi peluchito me ha ayudado a coger bien la referencia de mi cochecito ^^)
Tenía cita para hacerme unas pruebas en la clínica de mi barrio. Había tenido que pedir la mañana en el curro, por lo que ese día podía permitirme levantarme un poco más tarde ^^ El caso, es que buscando dónde dejar mi cochecito, vi un sitio (de esos de batería torcida XD) un pelín estrecho, en el que yo creía que entraría cochecito. Pues no, no entraba, y al hacer la maniobra, le di un buen golpetazo a un mercedes que había aparcado.
Admito que lo primero que se me pasó por la cabeza es coger a cochecito y huir de allí a toda prisa, mientras le susurraba que todo saldría bien y que nos iríamos a un lugar lejano donde nadie nos encontraría (en especial el dueño del coche) pero acto seguido pensé que dejar así el panorama era una auténtica putada.Decidida a asumir mi responsabilidad, salí del coche a comprobar cuales habían sido los daños causados. Un arañazo bastante considerable y un bollo en el mercedes y un mini arañazo en el lateral y el faro de cochecito.
Cuando la alarma del otro coche dejó de sonar, y comprobé que no venía nadie a cagarse en mis muertos, pensé en dejar una nota con mi teléfono, para que se pusieran en contacto conmigo. Ahí comprobé que no tenía ni boli ni papel. Bueno, siempre podía pedírselo a un amable transeúnte. Miré a mi alrededor y al grito de "¡MIERDAAA!" comprobé que no pasaba nadie por ahí.
Al poco apareció un chaval de unos 15/16 años, con la mochila, cigarro (o porro, no me fijé bien) y aire de "melasudacompletamentetodo" el cuál no tenía ni boli ni papel ni nada de nada (imagino que si vas a hacer novillos cuanto menos peso en la mochila mejor) Yo no sabía ya si cortarme las venas o dejarmelas largas cuando apareció un hombre que si tenía papel, pero que tenía que buscar un boli en su coche.
No tardó demasiado y creía que podría librarme de enfrentarme cara a cara con el dueño (o dueña)del mercedes. Pero debía de ser que no era el mejor día de Sopita Seca: apareció un hombre canoso, con maletín y trajeado, que resultó ser el dueño del coche al que cochecito y yo habíamos herido.
No podría describir la cara del señor trajeado y maleteado cuando, entre mil disculpas y la voz quebrada por un llanto que amenazaba con salir, le dije que había dado a su coche. No se cagó en mis muertos, pero si mencionó a la madre que me parió (supongo que estaría trabajando en ese momento)En ese momento el hombre que me había dado papel y boli me dijo que me quedase el bolígrafo y salió por patas (yo comprendo que la sangre sale mal, pero me hubiera venido bien un testigo o un defensor en aquel momento)
Aunque no me gritó en ningún momento, el señor del mercedes estaba notablemente enfadado. En un principio no quería coger mis datos, se conformaba con repetirme el tiempo que había tenido su coche en el taller para pintarlo, que si hubiera rayado cualquier otro de sus coches no se hubiera molestado tanto... Al final apuntó mis datos (a saber lo que apuntó, q no he mencionado que yo de papeleo de seguros se lo mismo que de cirugía médica) mi teléfono, el de casa. Yo a mi vez apunté su teléfono, su nombre y llamé a mi padre el cuál llegó más tarde de que el señor mercediano se marchara.
Mi padre me regañó por ponerme nerviosa, no por rayar a cochecito ni al mercedes, lo cual me ha tranquilizado bastante.
Peluchito también me regañó por ponerme tan histérica (creo que no he dicho que le llamé llorando y diciéndole que había golpeado un coche) pero me estuvo llamando todo el día para asegurarse de que estaba bien ^^ Y después del curro me fue a buscar para darme un achuchón (triple ^^)
Sopita Seca ha llegado a varias conclusiones con esta experiencia:
-No le gustan los señores trajeados, maleteados y mercedeneados.
-Tiene que buscar sitios amplios cuando deje descansando a cochecito.
-Cochecito tiene que ponerse a dieta, está más gordo de lo que Sopita Seca pensaba.
-El poblado, cochecito es más duro que un mercedes (en carretera a 120 km/h es mejor no comprobarlo).
Hace poquito que me saqué el carné de conducir. Creía que recordaría durante toda mi vida la fecha de aquel maravilloso día (por eso de los nervios, las valerianas, la tila, la sensación de q si suspendía una segunda vez me convertiría en una de esas personas q estaría repitiendo el examen de conducir una y otra vez, la sensación de alegría y desahogo de aprobar...) Pero no, no recuerdo la fecha exacta (quizás mi mente ha querido borrarlo por eso de los nervios, las valerianas, la tila, etc...)
Pues hace unos días estrené el coche oficialmente. Le metí el primer castañazo con marcas ya que no he contado lo de los "besitos" aparcando, que de esos ya he tenido a cascoporro (ahora menos, ya que mi peluchito me ha ayudado a coger bien la referencia de mi cochecito ^^)
Tenía cita para hacerme unas pruebas en la clínica de mi barrio. Había tenido que pedir la mañana en el curro, por lo que ese día podía permitirme levantarme un poco más tarde ^^ El caso, es que buscando dónde dejar mi cochecito, vi un sitio (de esos de batería torcida XD) un pelín estrecho, en el que yo creía que entraría cochecito. Pues no, no entraba, y al hacer la maniobra, le di un buen golpetazo a un mercedes que había aparcado.
Admito que lo primero que se me pasó por la cabeza es coger a cochecito y huir de allí a toda prisa, mientras le susurraba que todo saldría bien y que nos iríamos a un lugar lejano donde nadie nos encontraría (en especial el dueño del coche) pero acto seguido pensé que dejar así el panorama era una auténtica putada.Decidida a asumir mi responsabilidad, salí del coche a comprobar cuales habían sido los daños causados. Un arañazo bastante considerable y un bollo en el mercedes y un mini arañazo en el lateral y el faro de cochecito.
Cuando la alarma del otro coche dejó de sonar, y comprobé que no venía nadie a cagarse en mis muertos, pensé en dejar una nota con mi teléfono, para que se pusieran en contacto conmigo. Ahí comprobé que no tenía ni boli ni papel. Bueno, siempre podía pedírselo a un amable transeúnte. Miré a mi alrededor y al grito de "¡MIERDAAA!" comprobé que no pasaba nadie por ahí.
Al poco apareció un chaval de unos 15/16 años, con la mochila, cigarro (o porro, no me fijé bien) y aire de "melasudacompletamentetodo" el cuál no tenía ni boli ni papel ni nada de nada (imagino que si vas a hacer novillos cuanto menos peso en la mochila mejor) Yo no sabía ya si cortarme las venas o dejarmelas largas cuando apareció un hombre que si tenía papel, pero que tenía que buscar un boli en su coche.
No tardó demasiado y creía que podría librarme de enfrentarme cara a cara con el dueño (o dueña)del mercedes. Pero debía de ser que no era el mejor día de Sopita Seca: apareció un hombre canoso, con maletín y trajeado, que resultó ser el dueño del coche al que cochecito y yo habíamos herido.
No podría describir la cara del señor trajeado y maleteado cuando, entre mil disculpas y la voz quebrada por un llanto que amenazaba con salir, le dije que había dado a su coche. No se cagó en mis muertos, pero si mencionó a la madre que me parió (supongo que estaría trabajando en ese momento)En ese momento el hombre que me había dado papel y boli me dijo que me quedase el bolígrafo y salió por patas (yo comprendo que la sangre sale mal, pero me hubiera venido bien un testigo o un defensor en aquel momento)
Aunque no me gritó en ningún momento, el señor del mercedes estaba notablemente enfadado. En un principio no quería coger mis datos, se conformaba con repetirme el tiempo que había tenido su coche en el taller para pintarlo, que si hubiera rayado cualquier otro de sus coches no se hubiera molestado tanto... Al final apuntó mis datos (a saber lo que apuntó, q no he mencionado que yo de papeleo de seguros se lo mismo que de cirugía médica) mi teléfono, el de casa. Yo a mi vez apunté su teléfono, su nombre y llamé a mi padre el cuál llegó más tarde de que el señor mercediano se marchara.
Mi padre me regañó por ponerme nerviosa, no por rayar a cochecito ni al mercedes, lo cual me ha tranquilizado bastante.
Peluchito también me regañó por ponerme tan histérica (creo que no he dicho que le llamé llorando y diciéndole que había golpeado un coche) pero me estuvo llamando todo el día para asegurarse de que estaba bien ^^ Y después del curro me fue a buscar para darme un achuchón (triple ^^)
Sopita Seca ha llegado a varias conclusiones con esta experiencia:
-No le gustan los señores trajeados, maleteados y mercedeneados.
-Tiene que buscar sitios amplios cuando deje descansando a cochecito.
-Cochecito tiene que ponerse a dieta, está más gordo de lo que Sopita Seca pensaba.
-El poblado, cochecito es más duro que un mercedes (en carretera a 120 km/h es mejor no comprobarlo).
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